
¿Que es el insomnio?
El insomnio es es un condición altamente prevalente que tiene unas profundas y complejas implicaciones para la salud mental y físicas, productividad en el trabajo, relaciones interpersonales, la crianza de los hijos y calidad de vida en general. Mientras que lo estimado varía, es aceptado de forma general que al menos el 10% de los estadounidenses lo cuales son aproximadamente 20 millones de adultos presentan problemas frecuentes a la hora que tratan de de dormir, con las consecuencias que esto conlleva al siguiente día, como somnolencia excesiva y fatiga, poca atencion y mala concentración y las quejas somáticas como dolor de cabeza persistente y dolor en el cuello. Además, la carga económica anual en términos de pérdida de productividad, absentismo laboral y accidentes de trabajo directamente asociados con estas insomnias sintomáticas se estimó en $ 31 mil millones en 2015. Esto se traduce en una pérdida de $ 3,280 por año, o 11,3 días hábiles de pérdida de salarios por cada trabajador estadounidense. A pesar de estos costos asombrosos, el insomnio sintomático sigue siendo un diagnóstico elusivo que va a menudo no reconocido y no tratado el cual cobra un peaje tremendo en las víctimas que afecta.
¿Por qué debemos preocuparnos y cuidarnos del el insomnio?
Las implicaciones que trae el insomnio se sienten ampliamente. En los adultos mayores, las tasas son sustancialmente más altas como pacientes prescritos con sedantes hipnóticos. Esto siempre ha sido identificado como un importante problema de salud pública. La reducción del tiempo libre y la actividad física en los ancianos se han asociado fuertemente con los síntomas del insomnio y pueden ser predictivos de otras enfermedades coexistentes como la depresión mayor, la demencia y la anhedonia, que es una disminución de la capacidad de experimentar placer.
Más allá, el insomnio ocurre en el 60 al 90% de los adultos con estrés postraumático y es un objetivo principal para un prevencion temprana del suicidio, especialmente en aquellos que sufren de estrés postraumático producto de combates. Las personas que sufren de dolores agudos tienen también una alta incidencia en los índices de los que sufren insomnio, el reconocimiento y tratamiento del insomnio primario puede disminuir la utilización de medicación para el dolor de opiáceos y mejorar mucho la calidad de vida. Aquellos con insomnio crónico tienen cuatro veces más probabilidades de reportar problemas de matrimonio y relación. Un estudio interesante de 2011 demostró que el insomnio en las mujeres aumentó significativamente el número de interacciones negativas con un cónyuge, mientras que el insomnio en los hombres no tuvo ningún impacto en el conflicto de relaciones.
Los padres y sus hijos son también víctimas del insomnio.
De gran preocupación es el impacto que presenta el insomnio de los padres en los hijos. Los hijos adolescentes con padres que sufren de insomnio crónico están mucho más predispuestos a presentar problemas de conducta. Las tasas de ideación suicida, plan suicida e intentos suicidas son también mucho mayores en estos adolescentes cuando se comparan con niños similares en hogares donde los padres no reportan síntomas de insomnio. Las tasas de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, depresión y consumo de marihuana y alcohol también son mayores en los niños que crecen con padres que sufren de los síntomas del insomnio.
Los tiempos de respuesta varían sustancialmente dependiendo de los sujetos ya que algunos reportan 5 horas de sueño por noche o menos. De hecho, en un grupo de adultos jóvenes asignados a mantener 17 horas de vigilia consecutiva, el rendimiento de la tarea fue comparable a un adulto con un nivel de alcohol en sangre (BAL) de 0,05, mientras que 21 horas de vigilia consecutiva correlacionó con un nivel de BAL de 0,08. Por último, el análisis longitudinal ha encontrado que tan solo 18 dosis de medicamentos sedantes hipnóticos por año se asocian con un triple aumento en las tasas de mortalidad varias causas.
El insomnio puede afectar y agravar el padecimiento de otras enfermedades.
La mayoría de los pacientes de cáncer se debilitan producto del insomnio. La detección y los tratamientos agresivos pueden mejorar sustancialmente el bienestar general y el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, la muerte por enfermedad cardiaca, como ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, es 45 veces más probable en pacientes con insomnio coexistente que en aquellos pacientes con riesgos cardiovasculares similares sin insomnio. Tanto el abuso de sustancias como el alcohol se han asociado con una mayor incidencia de insomnio y el sueño insuficiente puede predisponer a los individuos a una variedad de comportamientos de riesgo como el uso de drogas intravenosas. En pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el insomnio y el sueño insuficiente se ha asociado con menores recuentos de CD4 (anticuerpos) y cargas virales más altas. El sueño insuficiente puede cuadruplicar el riesgo de adquirir el virus del resfriado común y disminuir la capacidad de respuesta del sistema inmune del cuerpo, como las administradas para proteger contra la gripe, la hepatitis y el sarampión, las paperas y la rubéola.